Las empresas para llegar al éxito necesitan lograr que sus empleados establezcan vinculos. Está hipótesis se basa en las innumerables necesidades que han detectado las organizaciones en los ambientes laborales de sus espacios.
En cualquier organización, es sumamente difícil que una persona cubra todas las exigencias para alcanzar las metas trabajando solo, para eso se necesitan los equipos de trabajos.
Existen dos tipos de culturas en los espacios de trabajo. Podemos mencionar la individualista, que se basa fundamentalmente en el esfuerzo en solitario y la adquisición de protagonismo para escalar, está sin duda es la que predomina. Por último la colectiva que es la menos desarrollada y quizas la más importante.
A raíz de ello, las empresas se han dedicado a invertir en talleres de técnicas de motivación a través del trabajo en grupo, a todo su personal para poder tener competencias en motivación para alcanzar los objetivos establecidos.
Sin duda estás alternativas para desarrollar dinámicas en los equipos de trabajo, traen como resultado que sus integrantes desarrollen habilidades sociales, empatía, comunicación eficaz, resolución de conflictos, entre otros.
Los grupos fuertes, unidos y con metas claras son menos bulnerables ante la crisis.